EL RETO DEL AMOR ES QUE HOY ORES POR LOS QUE ESTÁN EN LA CÁRCEL
Hola,
buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
HOY ES
UN DÍA DE FIESTA
Si
me preguntas hace un año, el día de hoy me hubiese pasado desapercibido. ¿Qué
ha girado todo? Algo muy simple: un correo electrónico.Un correo de la mujer de
un diácono, que nos compartía qué había supuesto llevar el reto a su grupo de
oración.
Desde ese momento empezamos a descubrir a los miembros del grupo, y
comenzaron a formar parte de nuestra oración: uno callado, observador y muy
inquieto que quiere a su niña con locura; otro con una "Biblia de arco
iris" que la va pintando en colores según le llegue al corazón; otro que
se encarga de repartir los retos a los compañeros que no han podido ir; otro
que les habla de ello a los que acaban de llegar... hombres con un corazón
grande, que se emociona y que siente.
Un
lugar en el que, si te dejas la tarjeta de teléfono en la cabina, un compañero
la recoge y te la da; en el que si se rompe un balón, se remienda; donde
existen los juegos dibujados sobre una sábana... Pero también un lugar donde
falta la esperanza, donde las heridas del corazón parecen no cicatrizar, donde
una conversación de corazón a corazón es el tesoro más preciado, donde
descubres tu realidad y la de los que te rodean, un lugar en el que no
necesitas que se te mire desde arriba, un lugar al que puede que haya que
volver... Y ahí estamos, ahí nos encontramos con ellos: en la "falta de
libertad".
Hoy
nuestros hermanos de todas las cárceles están de fiesta: voluntarios, internos,
trabajadores... Habrá comida especial, deporte (repartirán los premios que
muchos de vosotros habéis donado para este día) y, como acto central, una
Eucaristía.
Hoy
el reto del Amor es que hoy ores por aquellos que están en la cárcel: por los
internos y sus intenciones, por todos los voluntarios encargados de la
pastoral, y por tantas personas que con su mirada, sus gestos, su palabra, su
amor, llevan el consuelo de Cristo Vivo a tantos corazones.
Feliz
día a todos, que sintáis el Amor maternal de la Virgen de la Merced.
VIVE
DE CRISTO
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